A casa. Por navidad todos los santos.
Y aquí estoy, "de puente". Tirada en el que siempre ha sido mi sofá, el que tiene la forma de mi culo (todo un proceso de adaptación, que mi culo ha ido creciendo con los años...), preguntándome si es "volver a mi casa" o "volver a casa de mis padres" y es que... ¡ya llevo un cuarto de mi vida viviendo fuera! Pero lo que sí tengo claro es que es "volver", volver donde siempre. Unas veces mejor y otras peor, pero donde siempre.
Resulta que con los años de "independencia dependiente" (sí, dependiente del dinerito de papá y mamá, sobretodo) empiezas a tener tus propias costumbres, tus propios horarios, tus propias manías (o no tan propias... aprovecho para decirte, mamá, que mis compañeros de piso te odian porque por tu culpa, o gracias a ti, tienen que ordenar los cubiertos en el lavavajillas...) y cuando vuelves a "tu" casa, tienes que volver a adaptarte a aquellas costumbres que te parecían tan lógicas años atrás. Tienes que volver a hacer tus oídos al ¡no andes descalza! y al ¡no te acuestes tarde!. Vuelves a hacer tu estómago a comer a horas decentes, comer postre y cenar todos los días... esas cosas normales, que con veintitrés años dejas de hacer, así, porque sí.
Pero lo que sí me he dado cuenta es de que vuelves al "refugio". Vienes cuando puedes o cuando "estás de bajón" porque aquí te cuidan. Papá me cuida. Mamá me cuida. Mis amigas me cuidan. Y aparece una nueva rutina. La rutina de "las cosas que hay que hacer cuando Patri viene a casa". Y esas cosas...¡son siempre buenas!
Y aquí estoy, "de puente". Tirada en el que siempre ha sido mi sofá, el que tiene la forma de mi culo (todo un proceso de adaptación, que mi culo ha ido creciendo con los años...), preguntándome si es "volver a mi casa" o "volver a casa de mis padres" y es que... ¡ya llevo un cuarto de mi vida viviendo fuera! Pero lo que sí tengo claro es que es "volver", volver donde siempre. Unas veces mejor y otras peor, pero donde siempre.
Resulta que con los años de "independencia dependiente" (sí, dependiente del dinerito de papá y mamá, sobretodo) empiezas a tener tus propias costumbres, tus propios horarios, tus propias manías (o no tan propias... aprovecho para decirte, mamá, que mis compañeros de piso te odian porque por tu culpa, o gracias a ti, tienen que ordenar los cubiertos en el lavavajillas...) y cuando vuelves a "tu" casa, tienes que volver a adaptarte a aquellas costumbres que te parecían tan lógicas años atrás. Tienes que volver a hacer tus oídos al ¡no andes descalza! y al ¡no te acuestes tarde!. Vuelves a hacer tu estómago a comer a horas decentes, comer postre y cenar todos los días... esas cosas normales, que con veintitrés años dejas de hacer, así, porque sí.
Pero lo que sí me he dado cuenta es de que vuelves al "refugio". Vienes cuando puedes o cuando "estás de bajón" porque aquí te cuidan. Papá me cuida. Mamá me cuida. Mis amigas me cuidan. Y aparece una nueva rutina. La rutina de "las cosas que hay que hacer cuando Patri viene a casa". Y esas cosas...¡son siempre buenas!
- Salir a hacer estragos en la tarjeta de mamá (normalmente lo llamamos "ir de compras", que queda menos consumista). Jugar a "controlarse" pero hacerlo poco. Pelearnos porque siempre nos gusta lo mismo. Comprar cremitas que no me compro cuando estoy sola (porque prefiero seguir comiendo a final de mes...). Mirar zapatos que no nos vamos a comprar...
- Reunirme con mis amigas en la misma cafetería de siempre (o en la otra, también la otra de siempre) porque a mí me gusta. Contarnos todo lo que ha pasado en el último mes, a veces en los últimos dos meses, a veces incluso en los últimos seis meses. Contarnos lo que va a pasar en el próximo mes, hasta que nos volvamos a ver. Prometernos que seguiremos en contacto por fb. No hacerlo.
- Ponernos hasta arriba de donuts mientras vemos telebasura. Parar cuando nos salen por las orejas.
- Despertarte con un beso de mamá, un beso de papá y un lametazo en el ojo de la perra. Que te digan ¡levántate! ¡levántate, que es tarde!. Mirar el reloj y que sean las 10:45h...
- Comprar revistas insulsas de moda y maquillaje. Leerlas tiradas en el césped al sol. Reconocer que nos gustan, aunque sea una vez cada seis meses. Poner de excusa que somos mujeres.
- Hacer actividades en familia. O lo que es lo mismo, pasarnos horas y horas cada uno delante de su ordenador.
- Y de vez en cuando...si a mí me da...(recordad que esto se trata de cuidarme...) ¡meternos juntas en la cocina! Hoy, dadas las fechas, hemos hecho panellets y han quedado perfectos :)
¿Qué planes hay para este puente? ¿Que haréis el día uno?
jajaja no l'havia vist mai aquest anunci/video... m'encanta la veu de la nena petita!
ResponderEliminarI jo cada cop ho tinc més clar que és tornar a casa els meus pares... cada cop el pis de BCN és més casa meva i aquí és més casa seva, però en dosis curtes sempre m'agrada venir-hi!
Jo no els hem fet nosaltres, però també he menjat panellets!!! Mmmmm que bons!
Els meus plans pel que queda de pont és seguir estudiant i deixar-me cuidar pels meus pares!
Petons i que acabis de passar un molt bon pont!
Hola, entiendo perfectamente esa sensación de no saber a que casa vuelves, si a. La tuya ola de tus padres, a mi siempre me pasa, incluso ahora me pasa que vivo en Dublin de alquiler , pero "mi casa" esta en Espana... Al final la mejor forma de identificar mi hogar es donde estén mi esposo y mo perro. Saludos y te seguiré leyendo.
ResponderEliminarWww.callejando.blogspot.com
Encara no l'he vist... però ja l'he sentit (l'anunci). Estic a dalt a la meva habitació i he sentit la veueta de la nena cantant la cançó!
ResponderEliminarHola Patri, soy amiga de una amiga de tu madre, aunque para decirte la verdad, estudié con tu madre durante el B.U.P, pues después de hacer mi carta de presentación, quiero decirte que llegue a tu blog por pura casualidad, en una tarde de aburrimiento delante del ordenador, y como te he dicho ante, por curiosidad entré en él. Leí varios escritos tuyos y me impactaron, me gustó tu forma de expresar sentimientos, tu manera de contar las cosas aunque sean insignificantes, en definitiva, me hicistes pasar una tarde entretenida. Espero que no te moleste el que haya invadido tu intimidad, para nada pretendo molestarte, simplemente, me gusta lo que cuentas y como lo cuentas. Sin más "una humilde seguidora.
ResponderEliminar@anónimo-amigadeamigademamá: Hola! Que va! Encantada de que estés por aquí, tú y todos los demás sois más que bienvenidos. Además todos los comentarios me alegran el día y me animan a seguir, así que te invito a aportar todo lo que te apetezca a este pequeño espacio :)
ResponderEliminarMe identifico mucho con esta entrada. Lo que ocurre es que cada vez encuentro más extraño volver a ver a mis padres. Con el tiempo las referencias se difuminan, tus amigos se dispersan y el tiempo no pasa en vano. Y no deja de ser paradójico, porque aunque ya no considere mi hogar la casa de mis padres, tampoco lo considero la mía; como si no tuviese un lugar al que "volver". Pero una cosa está clara, cuanto más lejos estés más ganas tienes de volver a verlos.
ResponderEliminarMe gusta tu blog.
eres más txuli de leer...
ResponderEliminar(ahí lo dejo...)