jueves, 5 de abril de 2012

Veinticuatrhorear





En mi diccionario, dícese de poseer única y exclusivamente 24h para reponerse y emprender de nuevo.


Sí, reponerme, porque de cuatro días de carcajadas nonstop por Euskadi no te recuperas así como así. Dos noches enteras en un autobús, con sus recuerdos -retomados de lo más profundo- incluidos; Vitoria-Gasteiz, capital verde; desayunos con torrijas; paseos con sol; Zeledon, el machete y las cuatro torres; desenpolvar el poquito euskera que sabía; Pastamancio Ortega y su fortuna; pintxos -con lo pesada que me he puesto yo siempre con eso-; el pepino repite, el pepino repite, el pepino repite; la catedral y sus supuestas no fotos; desayunos con tostadas; paseos con lluvia; noches largas de bebedizo; bolsitas de té; amigos de la noche cuyo listón tardará en ser superado; jugar por primera vez a los dardos o regocijarme en mi torpeza; confianza ciega a altas horas de la madrugada; "vamo' vamo' vamo' vamo' a ver, sexy Rita"; Maialen, Izaskun, Josu y Aitziber; Bilbao y su Guggenheim "orgánico"; intentar salvar el mundo con un gintonic de gotitas de amor en la mano; la ratita; un pie hecho crema y una espalda coja; gildas y la babilla que se me cae solo de recordarlas; "¿esto es hojaldre?", "sois cuatro, ¿tenéis futbolín en casa?", "el jamón de la dehesa es bueno y el de la izquierda también", "hacedle entender que mis 750 g de carne no van a reposar en sus posaderas" y un no parar; las mil y una despedidas... Y ya me callo.

Si soy capaz de todo eso y mucho más en cuatro días ¿que no puedo hacer si me dan 24 h? 

Llegar con ese sabor agridulce, dolor de espalda y claudicación de pies; dormir de día, no comer; deshacer una mochila, ver que no tengo calcetines limpios, preparar una nueva mochila apta para temperaturas de 0º (¡¡uuuuh!!); conocer un grupo nuevo de música; ordenar mi pequeño caos -un poco-; llamar a casa mil veces para que mi ropa y la de mi madre no coincidan; hojear la guía de Copenhague; mirar el tiempo y salir a comprar un paraguas, comprar calcetines, (ya que estamos); estrenar mi Moleskine, dejarla preparada para los próximos días; imprimir los checkin de toda la familia; llegar a casa y darme cuenta de que la han invadido los franceses, saludos, presentaciones y cervezas; escribir un post.


Y a estas horas, me está creciendo una capa de SuperWoman de la espalda. ¡¡Para que después venga Gallardón y diga que si no ejerzo mi derecho (¿deber?) a ser madre no soy una "auténtica mujer"!!

Y con esto y un bizcocho... yo sigo con mis vacaciones y mi capacidad de ser envidiada :)

Vosotros mientras podéis cantar "¡dubi-dú, quiero ser como túúúú!"







8 comentarios:

  1. Di que si supermana ...
    Gallardon ...no me hables de este hombre ..¿Hombre?

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  2. "Vosotros mientras podéis cantar "¡dubi-dú, quiero ser como túúúú!"" jajajajaja que cabrona... La veritat és que em fa enveja la teva bona vida!!! :)

    Amunt i avall... i a més a més, ara vas a Copenhagen (ciutat que des de fa molt temps tinc ganes de visitar!).

    Bueno doncs, tu que pots, a gaudir-ne... jo mentre passi pàgina de la comi de pedia aniré cantant "¡dubi-dú, quiero ser como túúú!".

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  3. ¡¡ serás asquerosaaaa !! :P

    Joer niña, qué envidia me dassss. Tú si que sabes aprovechar la vida. Dí que sí.

    Un besico wapi.

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  4. Decir envidia en quedarse corta! No sé cómo das para todo eso, a tu lado veo una vez más que soy una auténtica seta!

    Pásalo estupendamente bien, sé que lo harás...

    Un beso!

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  5. Ooooh que suerte todo, ¡que envidia de entrada!
    Jaja!

    Disfruta de tus vacaciones y vuelve con un montón de fotos y recuerdos geniales :)

    Biquiño!

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  6. Vos sí que la pasás mál, eh???!!!!!!! jajajaja Seguí disfrutando!!!!!!!!
    besos!! :o)

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  7. Patri¡¡¡ tia soy lo peor hace uqe no te leía, que hoy me he pegado un atracón. jajaj, bueno tengo yo unas ganas locas de ir a Euskadiiii pero locas locas. Oye lo de gallardón no solo es de capa... tendrás que sacarte los calzoncillos rojos por encima de los pantalones... algunos llevamos muchos años sufriendole. pufffff.
    Besos guapa.

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  8. Me has recordado mi maratonianas noches y visitas al pueblo de mis padres, donde todo era ilusión, fantasía y descubrimiento...

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